¿Sabrías cambiar los limpiaparabrisas de tu coche? Te contamos por qué hacerlo

Cambiar los limpiaparabrisas de tu coche es algo sencillo, pero a menudo cae en el olvido. Sin embargo, son importantes para la seguridad de tu circulación. Seguro que piensas en ellos cuando la lluvia te sorprende en la carretera, pero se olvidan cuando no nos hace falta. En Qualitas Auto te informamos de todo lo que debes saber sobre ellos: cómo cambiar los limpiaparabrisas y por qué hacerlo, cuándo cambiar los limpiaparabrisas y cuáles son los beneficios para tu coche.

Guía para cambiar los limpiaparabrisas

Es importante saber cómo cambiar los limpiaparabrisas de tu coche correctamente para no dañarlos. También es importante cambiar escobillas limpiaparabrisas y gomas para limpiaparabrisas, ya que con el tiempo pierden eficacia. Ten en cuenta que a la hora de hacerlo debes buscar unas escobillas compatibles con tu coche.

Una vez que los tengas, puedes cambiar los limpiaparabrisas tú mismo. Para ello, debes seguir estos pasos: 

1. Pon los limpiaparabrisas en posición vertical. Para ello, enciende el motor, actívalos y para cuando encuentres la posición más cómoda.
2. Te recomendamos que consultes las instrucciones del fabricante del vehículo, ya que cada vehículo puede tener un sistema de extracción diferente. Una vez consultado, es hora de extraer con cuidado la goma del brazo del limpiaparabrisas.
3. A continuación, solo tienes que colocar las nuevas. Normalmente, deberás repetir el proceso de extracción, pero a la inversa.
4. Asegúrate de que las nuevas escobillas estén fijadas en el brazo del limpiaparabrisas y no se saldrán disparadas cuando las actives. Prueba con el coche sin arrancar, para comprobar que se mueven. Después, enciende el motor y asegúrate de que todo funcione correctamente. 

Cuando cambiar los limpiaparabrisas

¿Cada cuánto se debería cambiar los limpiacristales del coche? Debes cambiar los limpiaparabrisas una vez al año, ya que es importante llevar un mantenimiento de todos los elementos del coche, incluso aunque parezca que carecen de importancia.

Cuidar de los limpiaparabrisas y asegurarte de que su eficacia se mantiene durante más tiempo ayuda a cuidar tu luna delantera. Hay algunos trucos y cuidados diarios que te recomendamos seguir:

1. Debes utilizar un trapo o paño húmedo y un poco de alcohol o desinfectante. Pásalo suavemente por las escobillas del parabrisas, asegurándote de que retiras la suciedad y el polvo que se hayan acumulado en las gomas.
2. No utilices los limpiaparabrisas cuando la luna delantera esté seca, ya que esto puede rayar el cristal y, al mismo tiempo, estropear las escobillas limpiaparabrisas.
3. Nunca olvides que debes controlar los niveles de líquido limpiacristales con regularidad, y utilizarlos siempre que actives tus limpiaparabrisas.
4. Evita utilizar agua con mucha cal en tu líquido limpiacristales, ya que puede obstruir los eyectores del agua. Por eso, cuando lo rellenes, no utilices agua del grifo, ya que el contenido en cal es bastante más alto que el del agua embotellada.
5. Es importante que la luna esté despejada antes de activarlos. Retira las posibles hojas secas, papeles y otros elementos acumulados en el cristal delantero y el capó de tu coche para evitar que el limpiaparabrisas los arrastre.
6. Ten cuidado con los días de nieve. Si hay prevista una nevada en esos días, es importante levantar los limpiaparabrisas para que no se queden pegados al cristal y evitar que rayen o quiebren la luna. Por ejemplo, colocar un cartón entre la luna y el limpiaparabrisas puede solucionar este problema.
7. Si la luna está congelada, no debes utilizar los limpiaparabrisas.
8. Para los días de niebla o noche, es importante limpiar muy bien los limpiaparabrisas antes de empezar a conducir.
9. Limpia las gomas y escobillas con regularidad, y sustitúyelos cuando corresponda.

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Sin duda, las lunas del coche son unos de los elementos fundamentales para asegurar la visibilidad correcta en la carretera, y el buen estado de los mismos asegura también que tus lunas delanteras están protegidas de posibles deterioros.

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